Mayoristas piden que los dejen traer productos de China.
Los precios de los artículos escolares se han incrementado en promedio 20% entre los medio mayoristas del Centro del DF, quienes acusan ser víctimas de especuladores en esta temporada previa al regreso a clases.
Los padres de familia que acuden a surtir sus listas de útiles son los más afectados, por lo que al menos los 400 locatarios de la Plaza Mesones, dedicados a la comercialización de papelería, buscan apoyo de la autoridad local para convertirse en importadores directos de productos chinos, lo cual les permitirá ofrecer mejores precios a los capitalinos.
Miguel Ángel Huerta, líder de los comerciantes, aseguró que aunque uno de cada cinco compradores regresa a reclamar la mala calidad del producto chino, también hay artículos de ese origen que son de mediana y buena calidad, y que pueden ser adquiridos sin intermediarios si el gobierno local y la embajada los apoya en su propósito.
“Nuestra idea es tener un mercado donde podamos dar calidad a bajo costo porque la gente que nos compra es de clase media y baja, y busca cosas regulares a bajo costo; como dicen, bueno, bonito y barato”.
Sólo 35% de los vendedores de ese sitio comercializa producto asiático y el resto oferta mercancía mexicana. Cuando la gente adquiere artículos chinos se le explica que no tiene la misma calidad, pero lo compran porque es más barato y no siempre sale mal.
A la plaza llegan en esta temporada entre 3 mil 500 y 4 mil personas de jueves a domingo, y el resto de la semana la cifra disminuye, aunque en menor proporción porque con la crisis se desplazan hasta este punto, capitalinos que en otro tiempo adquirían sus materiales escolares en otros lugares.
A la caza de ofertas
Los vendedores advirtieron sobre una reducción en sus ventas, en comparación con años anteriores, de entre 15% y 40%, y confirmaron la elevación de los costos.
Marco Antonio Navarro se quejó de la falta de compradores porque a una semana del retorno a clases “ya era para que estuvieran las ventas en su apogeo y está medio vacío”. Guillermo Hernández, quien se especializa en cuadernos y libretas, ha resentido poco la baja en las ventas. Su local luce con clientes.
En tanto, los padres de familia buscaron los artículos de menor costo, sin importar la calidad: “Al fin ya forrados se ven igual y para lo que les duran”, externó Delia García, una ama de casa en busca de útiles escolares.
Con las listas que le entregaron en las escuelas de sus tres hijos, buscó entre los locales libretas por ocho pesos, que pagó con los vales del gobierno capitalino. Llegó hasta el Centro en busca de precios más bajos de los que obtiene en la zona donde vive, y de esta manera se convirtió en una de las nuevas clientas de los locatarios.
El dirigente de comerciantes de la Plaza Mesones dijo que en 15 días los precios que les daban sus proveedores se incrementaron de forma súbita, por lo que tuvieron que aplicarlo también. “Eso se ha traducido en que a mucha gente no le está alcanzando para comprar el paquete escolar”.
Los padres de familia que acuden a surtir sus listas de útiles son los más afectados, por lo que al menos los 400 locatarios de la Plaza Mesones, dedicados a la comercialización de papelería, buscan apoyo de la autoridad local para convertirse en importadores directos de productos chinos, lo cual les permitirá ofrecer mejores precios a los capitalinos.
Miguel Ángel Huerta, líder de los comerciantes, aseguró que aunque uno de cada cinco compradores regresa a reclamar la mala calidad del producto chino, también hay artículos de ese origen que son de mediana y buena calidad, y que pueden ser adquiridos sin intermediarios si el gobierno local y la embajada los apoya en su propósito.
“Nuestra idea es tener un mercado donde podamos dar calidad a bajo costo porque la gente que nos compra es de clase media y baja, y busca cosas regulares a bajo costo; como dicen, bueno, bonito y barato”.
Sólo 35% de los vendedores de ese sitio comercializa producto asiático y el resto oferta mercancía mexicana. Cuando la gente adquiere artículos chinos se le explica que no tiene la misma calidad, pero lo compran porque es más barato y no siempre sale mal.
A la plaza llegan en esta temporada entre 3 mil 500 y 4 mil personas de jueves a domingo, y el resto de la semana la cifra disminuye, aunque en menor proporción porque con la crisis se desplazan hasta este punto, capitalinos que en otro tiempo adquirían sus materiales escolares en otros lugares.
A la caza de ofertas
Los vendedores advirtieron sobre una reducción en sus ventas, en comparación con años anteriores, de entre 15% y 40%, y confirmaron la elevación de los costos.
Marco Antonio Navarro se quejó de la falta de compradores porque a una semana del retorno a clases “ya era para que estuvieran las ventas en su apogeo y está medio vacío”. Guillermo Hernández, quien se especializa en cuadernos y libretas, ha resentido poco la baja en las ventas. Su local luce con clientes.
En tanto, los padres de familia buscaron los artículos de menor costo, sin importar la calidad: “Al fin ya forrados se ven igual y para lo que les duran”, externó Delia García, una ama de casa en busca de útiles escolares.
Con las listas que le entregaron en las escuelas de sus tres hijos, buscó entre los locales libretas por ocho pesos, que pagó con los vales del gobierno capitalino. Llegó hasta el Centro en busca de precios más bajos de los que obtiene en la zona donde vive, y de esta manera se convirtió en una de las nuevas clientas de los locatarios.
El dirigente de comerciantes de la Plaza Mesones dijo que en 15 días los precios que les daban sus proveedores se incrementaron de forma súbita, por lo que tuvieron que aplicarlo también. “Eso se ha traducido en que a mucha gente no le está alcanzando para comprar el paquete escolar”.
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