martes, 10 de marzo de 2009

La cuaresma y las tradiciones mexicanas...por: Nicté Galindo. (corresponsal Oaxaca).


EL Señor del perdon : Fé que mueve montañas.


San Pedro y San Pablo Tequixtepec.- Hay una frase popular que asegura que la fé mueve montañas y en la población de Tequixtepec esta frase se vuelve realidad cada segundo viernes de Cuaresma, cuando cientos de personas se desplazan de diferentes partes de la República, e incluso del mundo, sólo para visitar al Señor del Perdón.


Los Milagros del Señor del Perdón

La fiesta del Señor del Perdón, está llena de alegría, emotividad, ilusión, pero sobre todo de un enorme agradecimiento por parte de todos los lugareños, ya que el Señor del Perdón, en tiempos de la conquista salvó a la población de la peste.


Según cuentan habitantes de Tequixtepec, la imagen del Señor del Perdón fue llevada por los Dominicos, quienes fueron los encargados de catequizar la región, y antes la imagen era conocida como el Señor de la Misericordia, pero en 1895 tiempo la peste cayó sobre la población y todos los habitantes le imploraron al cristo crucificado que les quitara de encima esa enfermedad, pidiéndole perdón por todos los actos cometidos.


Ese fue el primer milagro del que se tiene registro, por este y otros milagros realizados, desde esa época cada año la gente le realiza su fiesta el segundo viernes de Cuaresma.

Muchos creyentes acuden a este recinto para implorar al Señor del Perdón una nueva oportunidad, salud o hasta mejoría en los

Los fieles se ponen en manos del Santo Patrono e Tequixtepec, demostrando su fidelidad y amor, cientos de historias murmuran en cada rincón del santuario que guarda todo el año al Señor del perdón, historias que se entrelazan, algunas unidas por las situaciones, pero todas unidas por la fe de los peregrinos, que cada año llegan principalmente del Estado de México, de los municipios de Chalco y Chimalhuacán, pero también de Toluca, el Distrito Federal, Aguascalientes, y de países como Estados Unidos e Inglaterra.


La Fiesta


El segundo viernes de Cuaresma segundos platica el señor Mirilio, habitante de esta comunidad, desde temprana hora los habitantes de Tequixtepec acuden al templo, ubicado en el centro de la ciudad, ahí le ofrecen las mañanitas al Señor del Perdón y comienzan los preparativos para la procesión.

Apenas comienza amanecer en Tequixtepec, y los autobuses que trasladan a los peregrinos comienzan a llegar, en cuanto bajan del autobús son recibidos por los mayordomos quines ofrecen el almuerzo a cada uno de ellos.

En punto de las cuatro de la tarde el ambiente comienza a ser más festivo, las calles se van llenando de personas, todos quieren estar en primera fila y poder ver de cerca al Señor del Perdón.

A la entrada de la iglesia y en el atrio de la misma, se instala un templete, donde al terminar la procesión se celebrara la misa, en el suelo se adorna con un hermoso tapete hecho de aserrín, una obra de arte efímera hecha para honrar el paso del Señor del Perdón.

Se escuchan los cohetes, cuando el Cristo comienza a salir, a su paso el mar de gente lo acompaña, la emoción está en cada creyente y se siente el ambiente de fe, entre aplausos, plegarias, rezos en incluso llanto, el Señor del Perdón sale de su recinto, que lo acogió todo un año.

La emotividad e incluso una paz espiritual se poza sobre todo el lugar, es en este momento cuando los peregrinos se sienten mas recompensados por el largo viaje, la emoción se hace notar en sus rostros, sensaciones indescriptibles de sonrisas y llanto, es por esto, que los fieles católicos acude cada año.

La misa se tiene que ofrecer en el atrio de la iglesia porque la gente es tanta que no el recinto no alcanza a cubrir a todos los fieles que se dan cita. Momentos después de que se ofrece la misa el Señor es llevado de nueva cuenta al interior de la parroquia, ahí comienza la enorme fila de personas, que ansiosas esperan tocar la imagen y pedirle su bendición.

Después de la misa se lleva a cabo algo denominado “el retoque de reliquias”, es la parte en la que uno puede estar más cerca de Santo Patrono del lugar, las filas son muy grandes, pero no pero esto no impide que cientos de feligreses esperen horas para adorar a su deidad.


Los Mayordomos


Durante todo un año la familia elegida debe hacer el esfuerzo para juntar dinero y poder organizar la celebración, aunque esto no representa para los que resulten elegidos un sacrificio porque la fe y devoción que tienen es mayor que cualquier esfuerzo.

Para una festividad como esta, el trabajo es arduo, sin embargo no se siente porque la enorme convicción cristiana, pero sobre todo la fe. Explican los mismos pobladores, que los preparativos empiezan desde mucho antes se consiguen las bandas, se manda a hacer el castillo, se adorna la iglesia, entro otros preparativos.

Luego el miércoles se comienza con la matanza de los animales, para preparar la comida, que se ofrece para todo el pueblo. A pesar de que solo una familia es elegida cada año, toda la gente del pueblo los ayuda, coopera con ellos, porque el Señor del Perdón también es sinónimo de unidad.

Ser mayordomos sin duda alguna en esta región, también compartir con todo el pueblo la dicha de haber sido elegidos.

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