lunes, 13 de agosto de 2012

La guerrera, Pie oscuro, Octavo capítulo

"Reino de Dragones"
Por: Alba Gri.


Pie, se encontraba con el brazo en alto saludando a Sant que se alejaba al trote, cuando junto a ella llegó un emisario del Rey, que le dijo:
-¿Mi señora, ha traído un memo a Lord Karl?
Ella lo miró asombrada, y le respondió:
- Él no ha venido por acá, no lo he visto.
El joven le comentó que en la corte se corría el rumor que su alteza había viajado ha cuidarla, por que ella estaba herida. Lo que la hizo sorprenderse más aún y recordó que la noche que estuvo con fiebre le pareció ver muy débilmente una figura varonil cuidándola, como así también un enorme perro o lobo, ella agachó la mirada y sonrío, pues había pensado que era un sueño, entonces, ¿eran ellos dos los que estuvieron a su lado?, el sonido de los casquillos de los caballos de un escuadrón pasando junto a ella, la regresaron de sus pensamientos y alzando la voz dijo: 

- Muchachos, ¿Adónde se dirigen? -
- A encontrarnos con el Rey y el Duque, que están allá en la cima, ¿los ve? Los aliados del norte están en guerra, mi señora.- le respondieron.
Pie alzó su vista hacia la cima de la colina y vio a sus queridos amigos, Karl vestido con su capa negra encima de su armadura empuñando el estandarte con el escudo roji-negro del reino, en su hermoso alazán saludándola con la mano y a Sant, haciendo que su caballo se irguiera en dos patas, como un saludo y reverencia hacia ella. 
Luego de un rato de verlos como se alejaban, entro a la caverna a preparar su equipaje y resolvió que debería unírseles en la lucha.
Al levantar su capa cayo de esta una hermosa rosa roja, la levantó suavemente como un tesoro; en su tallo había un pequeño trozo de papel con la misiva: "Feliz Cumpleaños, mi dulce amada", instintivamente se la llevó hacia su nariz, para olerla y cerrando los ojos inhaló un exquisito aroma, Pie suspiró meneando su cabeza y se sonríe, pues siempre es igual nunca sabrá quién de los dos fue el que se la envió.
En esos momentos montó su caballo y salio de prisa para alcanzar al grupo de jinetes, ya que estos ya le llevan cuatro horas de ventaja, decidió entonces tomar un atajo, cruzando en diagonal hacia el norte, ya que por los riscos llegaría con un día de ventaja.
Era la mañana del tercer día, se vislumbró a lo lejos las formas de las torres de un castillo, en el aire se observaban partículas de ceniza, el sol estaba brillante,e iluminaba los campos sembrados, haciendo que las espigas parezcan de oro, pero estaban vacíos sin campesinos trabajándolos cosa que le llamó la atención.

Pie sintió como su caballo frenó su andar y unas voces a lo lejos gritando, el cielo se oscureció, no era una nube, era una enorme bestia alada que la sobrevolaba. Poesía grandes garras, su piel era dura y escamosa y de su boca desprendía llamaradas de fuego, era tal cual como la descripción que le hiciera su abuela del animal que raptara y devorara a su hermana Alatex.
Pie sacó su arco y logró herirlo, provocando la furia de este que intentó atacarla, pero no lo logró ya que la imprevista aparición de un joven vestido con finas prendas de algodón blanco, logró ahuyentarlo...

Continuará...

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