jueves, 30 de agosto de 2012

La guerrera, Pie oscuro, Décimo capítulo.

La revelación.
Por Alba Gri.

Los primeros rayos del sol empezaron a surgir en el firmamento, ya no quedaban rastros de los de la luna llena de la noche anterior, el reino parecía despertar, el cuerpo desnudo de Pie yacía en el suelo del antiguo castillo; Sant estaba a su lado. La joven despertó y observó con asombro que su piel, iba cambiando, no se veía normal, le había crecido más el bello.

Al verla tan mal Sant decidió, envolverla y llevársela a su hermana, la reina, quien acostó a Pie en su recamara perfumada con azahares y junto a ella, Joan, Sant y Alatex pasaron largas horas. Ya estaba anocheciendo, afuera se sentían los aullidos de los lobos. En la ventana de la alcoba como un fiel guardián estaba el joven dragón Yago.

Pie despertó muy nerviosa, la luna empezaba a iluminar el recinto, entonces sus hermanas decidieron cerrar los ventanales para que no pasara ningún rayo de luz. Sant le preparó una infusión sedante que tomaron los dos y les pidió a Joan y a Alatex que los ataran.

Pie murmuró - ¿Qué es lo que me está sucediendo? al tiempo que buscó con su mirada a Sant que permanecía recostado a su lado, pero inmovilizado.
–Nada mi princesita, tranquila que estoy acá para cuidarte- le responde.

Joan sentada al lado de Pie, tomó su mano con dulzura y mientras le acariciaba el cabello le dijo : 
– Hermanita, debo revelarte un secreto familiar, la marca que llevas en el hombro, significa que sos la elegida, portadora del arco de Chosen pues tienes marcadas tres estrellas en tu hombro, como nuestra madre y de la espada de Lobos como nuestro padre, pero eso no es malo, es halagador pues tú representas a las dos tribus, lo malo es que fuiste mordida por un lobezno una noche de luna llena y ha caído sobre ti la maldición y te transformaras en lobo hasta que se rompa el hechizo al igual que Sant, a quien le sucedió algo similar hace muchos años, pero él además es el elegido de su tribu Lobo, como yo soy la elegida del Reino de Dragones, pues fui raptada por uno cuando éramos niñas, al que cuide por que estaba herido y hoy cuido de su hijo, pero esa historia te la contare más adelante; querida hermana, dime ¿cómo te sientes ahora que sabes la verdad?

- Mejor, pues se me han aclarado muchas cosas, mis malestares, las desapariciones de Sant sin tener noticias de él por mucho tiempo, Pie lo miró y se sonrío, pues él estaba profundamente dormido.

Dime hermana, ¿Que sientes por él? ¿Te has enamorado alguna vez?

- Sinceramente no lo sé, creí en un tiempo estarlo de mi Señor Lord Karl, pues pensaba que él lo estaba de mí, pero fue solamente gratitud y tiene su familia. En cuanto a Sant es una persona maravillosa, desinteresada siempre esta ahí para cuidarme y me ha ayudado mucho, él es mi maestro. Estoy confundida no sé que siente él por mí. 

- ¿Por que lo preguntas?-  

martes, 28 de agosto de 2012

Luchadora, madre, empresaria y cien por ciento ruda, así es “Bastet, la Diosa Felina”

Por: Roberto Ríos Vargas. 

Amante de los gatos, originaria de la Isla de Cuba y nieta de “Gorilita Flores” aparece en el firmamento luchistico “Bastet La Diosa Felina” quién decidió dejar de ser el sexo débil para convertirse en una atleta de tiempo completo.

El nombre de esta gladiadora proviene de la mitología egipcia el cual pertenece a una diosa también denominada Bast, cuya misión consistía en proteger el hogar; esta deidad era representada bajo la forma de un gato domestico o bien como una mujer con cabeza de gato.

“Diosa Felina” debutó en agosto de 2008 luego de que fuera invitada a participar en una función en uno de los reclusorios de la Ciudad de México, ahí tuvo que hacer frente a luchadores del sexo opuesto, en esa batalla se empleó a fondo para salir con el puño en alto y sobre todo ganarse la admiración del público.

Los inicios de esta gladiadora dentro del deporte de los costalazos fueron muy difíciles ya que como ella misma lo comenta en estos tiempos aun existen prácticas machistas y los hombres piensan que solo van a perder el tiempo, pero gracias a la perseverancia y a los consejos de sus maestros “Cachorro Mendoza”, “Bólido” y “Los canallas” logro cumplir uno de sus más grandes sueños convertirse en luchadora profesional.

“En ocasiones me quisieron sacar de algunos entrenamientos, pero como me gustan los retos no deje de asistir y con el tiempo me gané el respeto de mis compañeros”.

Ahora 5 años después, “Diosa Felina” se encuentra en una época muy hermosa en su carrera y en su vida ya que además de ser luchadora profesional también se convirtió en madre y está en espera del segundo heredero. Aunque eso no le impide estar al día dentro de la lucha libre ya que es la fundadora de la empresa Coliseo de Dioses y dentro de la misma apoya la difusión y promoción de este deporte así como el de los nuevos valores de la lucha libre profesional.

Además de ser madre, luchadora profesional, empresaria, ruda al cien por ciento, “Diosa Felina” también es maestra de ingles, fitness y de natación con especialidad en niños problema.

“Después de mi embarazo planeo regresar a luchar y que se preparen todos y todas porque voy con todo y por todos además de que regresaré cien por ciento ruda”.







lunes, 20 de agosto de 2012

La guerrera, Pie Oscuro, Noveno capítulo.

“El reencuentro”
Por: Alba Gri.

Pie sintió una mano sobre su hombro y una voz que susurrando le decía:
- Querida, hoy saliste más temprano -
  Giró su cara para ver quien era.

- El joven se río y dijo: perdón, eres igual a mi esposa, aunque pareces más joven...
- ¿Hablan de mí?-
- Hola querida hermana, has tardado mucho en encontrarme. Pronunció Joan Elaine con una carcajada pero con voz firme y calida, que bajando apresuradamente del caballo y vistiendo uniforme militar se apresuró a abrazar a Pie, quien le responde con una enorme sonrisa, diciendo:
- A veces es mejor tarde pero llegar a destino, nunca diste una señal, pero conociendo tu fuerza y espíritu, estaba segura que estarías bien. -
Joan Elaine tomó a su hermana de las manos, y casi arrastrándola la llevó presurosamente por un camino lateral bastante pedregoso, doblando hacia la derecha donde a lo lejos se veía un antiguo castillo abandonado, rodeado por una fosa de agua y en la cima de la torre semidestruida estaba parada la gran bestia a la que Pie había herido. Joan sacó su espada y la clavó en la tierra, al clavarse pudo observarse una luz que se emanaba del cuello del animal que automáticamente se alzó en vuelo llegando al lado de las dos jóvenes guerreras.

Pie miró atónita tal comportamiento, ese gran Dragón respondía a las órdenes de su hermana, quien con ternura acarició la cabeza de éste como si fuera un animal domestico, al mismo tiempo le hablaba en un idioma extraño y con una dulzura impresiónate, ala cual el animal parecía entender, de su garganta colgaba una cadena con un gran dije en forma de ojo con una piedra central de topacio que se mantenía iluminado, la misma que llevaba en su espada Joan Elaine, quien dijo:

-Vez hermanita, es inofensivo con las personas que él ama, solo debes demostrarle respeto y cariño, ya te contare con más tiempo nuestra historia. -
- Así parece ahora contigo, pero es igual a la bestia que mato a nuestra hermana, según me dijo la abuela, replicó Pie.
Joan lanzó una carcajada y enfundando su espada tomó a su hermana de la mano y le dijo:
- Ven te llevarás la sorpresa de tu vida. –

Retomaron el camino, pero ya encaminándose hacia la calle principal donde se ven las ferias de artesanos y comestibles, los aldeanos reverencian a su reina, regalándole canastas con flores y esencias perfumadas.

Llegaron a un edificio de construcción humilde con un gran patio, con plantas de flores y algunos animales domésticos deambulando por él, se acercaron a la puerta de entrada donde había muchos niños riendo felices escuchando atentos a una jovencita, que les leía.

Tres pequeños se levantan y le dicen:

- Tía, tía, mamá, ya volvió y corrieron a los brazos de Joan, la maestra sentada, alza la mirada viendo que Pie palidecía cayendo de rodillas a su lado y con voz temblorosa entre llanto la abrazó susurrando diciendo :

- ¡Por Dios!
 ¡Es un milagro!
¡Alatex estas viva!

Las tres hermanas se abrazaron ya que por primera vez después de tanto tiempo estaban juntas.

Esa noche se preparó una gran fiesta de máscaras en honor a las tres jóvenes hermanas. El salón principal estaba decorado con flores y guirnaldas; sobre la chimenea colgaba el gran escudo de la alianza que consistía en la unión de cuatros tribus representadas en cada cuarto y junto a este su arma representativa: al noroeste la figura del dragón, con la espada del ojo de topacio; al noreste, un pitufo a caballo con el ariete de oro; al sudeste un ave negra, con el arco decorado con tres rubíes facetados en forma de estrella y la flecha; y al sudoeste por un lobo gris, con su espada adornada con tres estrellas de diamante y un zafiro negro representando a la luna.

En la entrada de la sala había un gran arco cubierto de rosas rojas y blancas en donde un sirviente anunció el personaje que entraba, se escuchó la voz del joven decir:
- Princesa Pie, hermana menor de su alteza, representando a los aliados del Sur, portadora del arco de Rubí y de la espada de zafiro.-
Se escucharon aplausos, voces murmurando, y el sonido de la música dando comienzo al baile.
Entró Pie, vistiendo un hermoso traje de noche de color rojo adornado con un collar y aretes de zafiros negros que hacían juego con sus hermosos ojos. Llevaba el pelo recogido engarzado por pimpollos de rosas rojas. Este atrevido atuendo poco usual para Pia o Pie como la conocían sus compañeros de armas, dejaba a la luz su marca de nacimiento en su hombro izquierdo el cual que consistía en tres estrellas que rodeaban a la luna, en el mismo lugar donde fuera herida aquella noche por ese lobezno. Pie se sentía más temerosa que en una batalla, todos querían acercarse a hablarle, hasta que la rescató de ese gentío, el mismísimo rey Aníbal, su cuñado, llevándola a bailar al centro de la pista que pronto se la entregara a su sobrino menor Xac tercero. Y así siguió bailando con cada caballero que se lo pidiera. En esos momentos se le acercó un hombre de traje negro y de buen porte. La manera de cómo sus ojos miraban los de ella atravesando las mascaras llamó su atención y juraba que ese perfume le era conocido. Sintió un cierto nerviosismo en ese caballero como si quisiera decirle algo, pero una mano sobre el hombro de aquel hombre misterioso hizo que este se apartara, partiendo de inmediato hacia el jardín. Pie giró para ver quien era su próxima pareja de baile y muy asombrada sonrió complacida pues era su amigo el Duque Sant, que otra vez venía al rescate, solamente que esta ocasión era para salvarla del baile.
Comenzó a sentirse mareada pidió a Sant que la llevara al jardín, sus manos temblaban y transpiraban mucho, a lo lejos empezaron a escucharse unos aullidos que hacían que se pusiera más nerviosa. Decidió a caminar junto a él, como para calmarse, sentía como sus piernas parecían no responderle al igual que su mente hasta que terminó por desmayarse.

lunes, 13 de agosto de 2012

La guerrera, Pie oscuro, Octavo capítulo

"Reino de Dragones"
Por: Alba Gri.


Pie, se encontraba con el brazo en alto saludando a Sant que se alejaba al trote, cuando junto a ella llegó un emisario del Rey, que le dijo:
-¿Mi señora, ha traído un memo a Lord Karl?
Ella lo miró asombrada, y le respondió:
- Él no ha venido por acá, no lo he visto.
El joven le comentó que en la corte se corría el rumor que su alteza había viajado ha cuidarla, por que ella estaba herida. Lo que la hizo sorprenderse más aún y recordó que la noche que estuvo con fiebre le pareció ver muy débilmente una figura varonil cuidándola, como así también un enorme perro o lobo, ella agachó la mirada y sonrío, pues había pensado que era un sueño, entonces, ¿eran ellos dos los que estuvieron a su lado?, el sonido de los casquillos de los caballos de un escuadrón pasando junto a ella, la regresaron de sus pensamientos y alzando la voz dijo: 

- Muchachos, ¿Adónde se dirigen? -
- A encontrarnos con el Rey y el Duque, que están allá en la cima, ¿los ve? Los aliados del norte están en guerra, mi señora.- le respondieron.
Pie alzó su vista hacia la cima de la colina y vio a sus queridos amigos, Karl vestido con su capa negra encima de su armadura empuñando el estandarte con el escudo roji-negro del reino, en su hermoso alazán saludándola con la mano y a Sant, haciendo que su caballo se irguiera en dos patas, como un saludo y reverencia hacia ella. 
Luego de un rato de verlos como se alejaban, entro a la caverna a preparar su equipaje y resolvió que debería unírseles en la lucha.
Al levantar su capa cayo de esta una hermosa rosa roja, la levantó suavemente como un tesoro; en su tallo había un pequeño trozo de papel con la misiva: "Feliz Cumpleaños, mi dulce amada", instintivamente se la llevó hacia su nariz, para olerla y cerrando los ojos inhaló un exquisito aroma, Pie suspiró meneando su cabeza y se sonríe, pues siempre es igual nunca sabrá quién de los dos fue el que se la envió.
En esos momentos montó su caballo y salio de prisa para alcanzar al grupo de jinetes, ya que estos ya le llevan cuatro horas de ventaja, decidió entonces tomar un atajo, cruzando en diagonal hacia el norte, ya que por los riscos llegaría con un día de ventaja.
Era la mañana del tercer día, se vislumbró a lo lejos las formas de las torres de un castillo, en el aire se observaban partículas de ceniza, el sol estaba brillante,e iluminaba los campos sembrados, haciendo que las espigas parezcan de oro, pero estaban vacíos sin campesinos trabajándolos cosa que le llamó la atención.

Pie sintió como su caballo frenó su andar y unas voces a lo lejos gritando, el cielo se oscureció, no era una nube, era una enorme bestia alada que la sobrevolaba. Poesía grandes garras, su piel era dura y escamosa y de su boca desprendía llamaradas de fuego, era tal cual como la descripción que le hiciera su abuela del animal que raptara y devorara a su hermana Alatex.
Pie sacó su arco y logró herirlo, provocando la furia de este que intentó atacarla, pero no lo logró ya que la imprevista aparición de un joven vestido con finas prendas de algodón blanco, logró ahuyentarlo...

Continuará...

lunes, 6 de agosto de 2012

La guerrera, Pie oscuro, Séptimo capítulo


“Los Lobos”
Por: Alba Gri.

Un extraño frío recorrió el cuerpo de Pie, al sentir un gruñido muy cerca suyo, ella no quiso moverse y levantó sus ojos y vio enfrente de ella un enorme lobo gris, al que la luz de la luna hacia brillar su pelaje pareciendo plateado, este estaba gruñendo a cuatro lobeznos chicos como si la estuviera defendiendo, uno de los lobos saltó hacia ella, el gran lobo se cruzó en su defensa entablando una lucha cuerpo a cuerpo, la cual aprovecharon sus oponentes para unirse en la pelea. El feroz lobo gris, no desistió, Pie aprovechó la oportunidad para sacar su arco e intentó silenciosamente tres tiros certeros que dieron en el blanco, el cuarto lobo logró alcanzar a Pie provocándole una mordedura en su brazo izquierdo no siendo esta de gravedad, pero ella alcanzó a herirlo en una de sus patas haciendo que los lobos se alejaran.

Una vez sola, Pie logró arrastrar al gran lobo gris que yacía herido en el suelo hacia el interior de una cueva, encendió una fogata y lo abrigó con los cueros de zorros que le habían dado las aldeanas en su visita.

Pie al sentir el frió, se acurrucó a su lado para darse calor mutuamente, esa madrugada al despertar ese gran lobo gris que la protegiera la noche anterior había desaparecido y en su lugar encontró un anillo de oro con las iniciales “ST”, la “T” estaba formada por el dibujo de una espada entrelazada por la “S”, extrañada y sin respuestas, lo guardó en un bolsillo; ese día no estaba en condiciones para salir de viaje ya que la herida del brazo le dolía. Encontró unas hierbas medicinales cerca de la caverna y con ellas preparó un ungüento medicinal.

Empezaba a anochecer, el viento silbaba y traía consigo el sonido de aullidos lejanos, las nubes que se veían en el firmamento presagiaban tormenta, debía preparar bastante fuego esta vez. Más tarde se acurrucó frente al calor ya que estaba muy débil, la fiebre se había apoderado de ella al punto de perder la conciencia. Por lapsos de tiempo parecía percibir como si alguien estuviera sentado cerca de ella, observándola, cuidándola, acariciándola con ternura entre sollozos balbuceando palabras que no entendía; era una figura humana cubierta por una capa oscura, con un perfume conocido, que el desvarió la llevaba a confundirlo a veces con la forma de un animal, precisamente como la de un lobo. La temperatura subió, y volvió a desvanecerse.


Pasada la media noche, la lluvia se hizo presente, no se oían más los aullidos de los lobos, solo el resonar de las gotas contra las piedras, percibía un calor a su lado, muy reconfortante y también una respiración agitada, extendió suavemente su mano y toco un pelaje muy suave y tibio, sin duda era su salvador de la noche anterior el gran lobo gris.

Al amanecer despertó y extendió su mano, pero esta vez una sorpresa hizo que se incorporara y observó tendido a su lado la figura de un hombre llegando a ruborizarla tanto que se tapó hasta la cabeza, una mano, sujeto la de ella; la respiración de Pie era cada vez más agitada, cuando una voz varonil, le dijo:

– Mi princesita no temáis estas a salvo - y suavemente deslizó la manta para mirarla a los ojos.
Pie le sonrío y lo abrazó diciéndole: -¡Sant!, mi Duque amigo, ¿qué haces aquí? –
Él le dio un beso en la frente, pero Pie sintió que esta vez era diferente, más dulce, más cálido, con un cierto aire de complicidad en sus ojos que incendiaron sus mejillas y bajo su mirada, su corazón latía fuertemente, pero, ¿qué era eso tan absurdo que le pasaba? meneo la cabeza, como afirmándose que nada le sucedía, pensó: – somos amigos de toda la vida, él es mi protector, mi maestro, es amigo de Karl, lo respeto, lo admiro.
Lo observó, mientras él le preparaba el desayuno y vio una mancha de sangre en la manga de su camisa, discretamente se le acercó por la espalda y le tocó el brazo, Sant no pudo disimular el dolor, Pie lo convenció para que se dejara curar, pero asombrada vio que eran rasguños y mordeduras, que en ese momento inexplicablemente para ella coincidían con las que ella curara, al gran lobo gris, ¿qué relación tenían Sant y el lobo?

Pasaron un día soleado corriendo en la campiña como dos adolescentes, aunque él ya pintara en sus sienes unas canas coquetas; ambas se reían, la mirada de Sant hacia sonrojar a Pie, que ante el mínimo roce de sus pieles, se estremecía.

Al atardecer Pie denotó un súbito apuro por irse de Sant; Pie, saca el anillo del bolsillo y lo dejó en el suelo, como para corroborar una sospecha. Al despedirse de Sant, vio la sortija que había encontrado el día anterior en su dedo, la sospecha era acertada. Cuando era niña había escuchado historias de lobos ya que su tribu lindaba con esa; historias referidas a que en la quinta noche de luna llena andaba por los lugares un hombre lobo, de gran fuerza y fiereza.